POR: Fernanda Martinessca
Entre paisajes, colores, pinceles y técnicas encontramos a Miguel Ángel Resendiz, artista plástico y muralista queretano, quien ha desarrollado su carrera totalmente autodidacta, y ha experimentado libremente los materiales con los que trabaja, como el chocolate, el vino, las tinturas naturales, entre otros.

“Mi inquietud por el arte nace desde los 7 años, cuando comencé a dibujar con lápices de colores, grafito y algunos crayones”, señala el artista.
Su primer premio lo recibió a los 13 años en un concurso de dibujo en Tequisquiapan, lugar donde reside actualmente.
A los 15 años inicia su introducción en la técnica del óleo, donde explora el paisaje y la naturaleza muerta, inspirado en el impresionismo comienza a desarrollar estas pinturas al aire libre, con su caballete, plasmando en un lienzo el horizonte que tiene enfrente.
Así es como su pasión se convierte en vocación y forma de vida, pues no hay un día que pase sin pintar. “Todos los días disfruto de la pintura, me gusta estar activo y plasmar todo lo que siento a través de los colores”.
A partir de los 18 años inicia la búsqueda de espacios para presentar su trabajo y logra llegar al Centro Cultural de Tequisquiapan, plazas, librerías y galerías de ese municipio.
Dos años más tarde expande su talento a nivel internacional, pues forma parte de la Asociación de Artistas Plásticos de México, ANAPCAA, donde realiza exposiciones colectivas en San Antonio Texas por dos años consecutivos.
Miguel Ángel comienza a incursionar en la figura humana, el realismo y el hiperrealismo . Su principal objetivo es llevar el arte al público en general, de todas las edades y lograr que tomen interés en dicha área, pues “el arte nos da libertad mental, física y espiritual”, señala el muralista queretano.
Debido a su pasión por la pintura, Resendiz ha logrado escalar a paso firme y seguro, contando con su participación en 2 bienales nacionales de pintura en la Galería Libertad de Querétaro, ha sido jurado en eventos culturales de la UAQ, ha participado en festivales nacionales de murales, cuenta con más de 20 exposiciones colectivas e individuales locales, nacionales e internacionales. Asimismo es nombrado Embajador del Arte de América, representando a Querétaro y México en Sudamérica, en países como Perú, Honduras y Brasil.
Actualmente trabaja en un proyecto inspirado en los paisajes de Querétaro, en el área vitivinícola, pues se dedica a retratar los procesos de elaboración en los viñedos. Con lo que busca mostrar la actividad que hay detrás de un producto final, en este caso una botella de vino, detrás de ella se encuentra un equipo de trabajo, tiempo, esfuerzo y dedicación. A cada una de estas pinturas le dedica alrededor de 7 horas, divididas en 2 días, ya que pinta al aire libre y debe seguir un ritmo en la luz.
“Hice esta serie figurativa, práctica y fácil para los que saben y no, llegar a través de cuadros figurativos a las personas y se enamoren del arte”, finalizó Miguel Resendiz.



