POR: FERNANDA MARTINESSCA
El arte se podría definir como un conjunto de emociones, sentimientos, inquietudes, aprendizaje, procesos que te llevan a proyectar lo que eres como persona, a ver el mundo desde diversas perspectivas para crear conexiones de conocimiento y englobarlo en nuestra mente, para así continuar con nuestra formación.

El ahora director del Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, Raúl Sangrador es prueba de ello, pues durante toda su vida ha vivido el arte a través de experiencias, se ha enriquecido culturalmente y ha entendido el pensamiento entre continentes.
Desde pequeño tuvo inquietud por el dibujo y diversas ramas del arte, no pararon y se convirtieron en su pasión, hasta llegar a la UAM de Xochimilco, donde estudió diseño de la comunicación gráfica y encontró un sistema de estudio que lo acompañaría el resto de su vida, la investigación, desarrollar la habilidad para encontrar respuestas, y que no se te cierre el mundo.
Durante su carrera encontró gente importante, la comunidad homosexual lo recibió con los brazos abiertos y emprendieron varios proyectos juntos. Todo marchaba bien, hasta que apareció el Sida. “Apareció entre nosotros, de un grupo de 13 personas, sobrevivimos 2, todos se fueron muriendo uno a uno, poco a poco”. Un verdadero holocausto silencioso que ocurrió con la pandemia del sida, y al llegar el Covid, Sangrador ya había visto esa película, pero no todos la vieron. “Fue como entrar en shock de muchas cosas, a la larga yo quedé congelado muchos años por el dolor”.
A pesar de los acontecimientos, la Universidad siempre lo mantuvo a flote, pues daba clases y eso implicaba mantener una conexión con el arte. Pero es hasta 2017 que obtiene el tiempo completo y lo más importante comienza a tomar las riendas de su mente, tras lo sucedido. “O me vuelvo loco de tristeza, dolor y desolación o trabajo en ello y utilizo esta información para desarrollarla en la academia”.
Comenzó a participar en congresos nacionales e internacionales, donde encontró autores fantásticos como Douglas Crimp, que fue el primero en reaccionar a las consecuencias entre arte y sida, en uno de sus libros decía “aquí ha pasado algo terrible, pero seguir en la tristeza no sirve de nada, reacciona y ponte a trabajar”.
Raúl Sangrador desarrolló una serie de investigaciones de las relaciones entre arte y sida, crearon en la Facultad de Artes el Centro de Estudios Pictóricos, que tiene dos líneas principales de investigación: las relaciones entre VIH y las artes visuales, y la melancolía en el arte.
“Con los años el virus del VIH y yo hemos hecho las paces, aunque suene paradójico me empezó a devolver cosas fantásticas a cambio de todo lo que se llevó”.
En 2003 viajó a Madrid para estudiar y fortalecer el área de la teoría. “Fue mi primer gran encuentro con la globalización, además de la cultura propia de España, éramos un grupo internacional, americanos y europeos, entrar en contacto con esa multiplicidad de pensamientos fue lo más importante”.
Es ahí cuando ve de manera tangible la distancia y el abismo que se marca entre los argumentos propios del arte de Estados Unidos o del europeo Vs el americano; que a pesar de que se dice que no existe tal distancia, no hay cosa más real que el espacio que separa estos universos, “entender ese espacio es el reto, ver como se dialoga o se interactúa con él, cómo se generan puentes”.
Tiene un especial interés en generar una ecología de pensamiento, es decir que entender el arte contemporáneo de manera separada no es posible, hay que entender fenómenos sociales, científicos, civiles de todo tipo. Además de trabajar en encontrar puentes de diálogo entre periferias. “Mi principal objetivo es que esta administración de cabida sí a todos los grandes nombres de las estructuras mainstream, pero también abrir puertas a personas que habían sido invisibilizadas por el pensamiento de las metrópolis y periferias”, finaliza Raúl Sangrador.




APARTADO:
Raúl Sangrador agradece especialmente a la Universidad Autónoma de Querétaro por siempre acompañarlo en sus procesos y a la directora de Cultura del estado, Marcela Herbert por tan preciada oportunidad.